Imagina esta escena: inviertes en un producto de tokens de bonos del gobierno estadounidense en un protocolo DeFi, y de repente la empresa emisora del activo es objeto de una investigación por parte de las autoridades regulatorias, lo que provoca una caída drástica en su calificación crediticia. ¿Y qué pasa con los oráculos tradicionales? Siguen transmitiendo mecánicamente los datos de ayer, y cuando te das cuenta, las pérdidas ya son irreparables.

Esto pone de manifiesto el punto débil de la tokenización de RWA. Por muy inteligentes que sean los contratos inteligentes en la cadena, solo pueden gestionar lógica digital. El valor de los activos del mundo real está determinado por factores "blandos" como la calidad de los informes financieros, la actitud regulatoria, los riesgos judiciales y la confianza del mercado, que son impredecibles y cambiantes. La metodología tradicional de los oráculos, que consiste en transmitir datos en puntos fijos, aquí prácticamente no funciona.

Ahora, hay quienes quieren usar IA para transformar los oráculos. La idea central es—hacer que el suministro de datos pase de una respuesta pasiva a un pensamiento activo.

Comparemos brevemente los dos modelos. El oráculo tradicional es como un repartidor de periódicos que solo entrega a tiempo los precios y volúmenes de transacción, datos "duros", con reglas rígidas y tareas simples. En cambio, un oráculo potenciado por IA se asemeja más al trabajo de un analista de banca de inversión: no solo puede captar datos originales, sino también analizar en tiempo real informes de auditoría de varias páginas, seguir las últimas tendencias en políticas regulatorias globales, anticipar riesgos empresariales a partir de voces en la opinión pública, y finalmente emitir un juicio de valor profundamente procesado.

¿Y cómo logra esto? La capacidad de IA se apoya en varios puntos clave. Por ejemplo, el análisis inteligente de documentos—el RWA involucra una gran cantidad de datos no estructurados, como PDFs, informes financieros y anuncios regulatorios dispersos por diferentes lugares, que los métodos tradicionales no pueden manejar. La IA puede integrar toda esta información, transformando islas de datos en un panorama completo.