La postura de la última reunión de la Reserva Federal fue muy clara: los datos de inflación están mejorando, pero aún no son suficientes para respaldar una reducción rápida de las tasas de interés. Aunque la dirección a largo plazo apunta a una política acomodaticia, el ritmo de recortes será claramente más lento, y todo dependerá finalmente del comportamiento de los datos económicos en las próximas semanas. Debido a la interrupción en las operaciones gubernamentales hace un tiempo, que provocó la falta de datos, y a que muchos funcionarios prefieren observar la reacción del mercado tras varias reducciones antes de actuar, esta reunión en esencia está "enfriando" el mercado — reprimiendo expectativas demasiado optimistas.

Por lo que respecta al contenido de esta reunión, una reducción de tasas en enero es prácticamente improbable. La Reserva Federal no ha dado ninguna señal de recortes en este mes; si realmente hubiera planes de bajar las tasas, el lenguaje sería mucho más dovish. Más bien, esta reunión busca controlar intencionadamente las expectativas del mercado. La ventana de tiempo más esperada probablemente se sitúe después de marzo.

En cuanto al impacto en el mercado, esto no es ni una buena noticia ni una mala, sino más bien la realización gradual de las expectativas. A corto plazo, BTC podría experimentar un patrón de subida seguido de consolidación, con riesgos de corrección tras las subidas. Antes del cierre mensual, el precio podría oscilar alrededor de 93500, y el rumbo exacto dependerá del comportamiento en tiempo real.