La parte más molesta de un mercado en rango no es la subida o bajada en sí, sino ese ritmo de vaivén y repetición de largos y cortos, viendo cómo el capital se va erosionando poco a poco, y la paciencia y las fichas se agotan.

Muchos en este proceso no logran captar el ritmo y terminan atrapados en ambos extremos. En pocas palabras, para volver a prosperar en un mercado en rango, la clave es una sola palabra: vivir. Sobrevivir primero, y luego habrá oportunidad de ganar dinero.

¿Pero cómo operar exactamente?

**Paso uno: no te apresures a cortar pérdidas.** Mientras no hayas sido liquidado y aún tengas margen en tu cuenta, no dejes que las emociones dicten tus decisiones. Mientras la pérdida no se haya materializado en pérdida real, todavía hay posibilidad de revertir la situación. Pero el requisito es entender por qué estás atrapado—¿es por un cambio en los fundamentos, o simplemente por haber pillado mal el ritmo? Esa evaluación es crucial.

**Paso dos: establece reglas para ti mismo.** No se trata de actuar por intuición, sino de calcular de antemano tu nivel de stop-loss, y salir de inmediato cuando lo alcances. Es inevitable sentir pena, pero salir no significa rendirse, sino dejarte una vía de escape. Cuando el mercado se mueva a tu favor y encuentres un punto de entrada razonable, vuelve a entrar, pero con una actitud más inteligente, rellenando lentamente los huecos anteriores.

**Paso tres: los traders a corto plazo deben ser más decididos.** La clave del trading a corto plazo es reaccionar al ritmo; si la dirección no es correcta, hay que salir inmediatamente, como pisar el freno de emergencia. Cerrar todas las posiciones, no enredarse, no fantasear; si la pérdida es pequeña, mejor salir. Esto es mucho más inteligente que aguantar y esperar a que la posición quede atrapada en una caída profunda.

Recuerda esta frase: mientras el capital aún esté allí, la oportunidad siempre estará presente. En un mercado en rango, lo que importa no es quién tiene más coraje, sino quién es más calmado y disciplinado.