¿Puede el sistema en cadena operar de manera estable? La clave está en la confiabilidad de la entrada de datos. Los oráculos parecen ser solo un actor secundario, pero en realidad controlan la vida o muerte de los aspectos centrales como la fijación de precios, la liquidación, la gestión de riesgos y la ejecución automática.

Cuanto mayor sea la fiabilidad de los datos, más claras serán las fronteras del sistema y más fácil será controlar los riesgos sistémicos. De esta manera, los desarrolladores de aplicaciones se atreven a diseñar lógicas más complejas, y los financiadores también tendrán la confianza para establecerse a largo plazo y consolidar estrategias.

Por eso, la infraestructura de datos merece una atención especial. Cuando cada vez más aplicaciones aparecen en el ecosistema y las estructuras financieras se vuelven más complejas, los problemas en la capa de datos se amplificarán infinitamente, y las ventajas de la capa de datos también se potenciarán en la misma medida. Quien establezca bien las capacidades subyacentes, podrá realmente ampliar el límite superior de su ecosistema. Solo aquellos que puedan soportar la presión durante las fluctuaciones del mercado y mantener una capa de datos estable y confiable, merecerán la confianza a largo plazo y el uso continuo de los fondos.