¿Alguna vez has pensado en conectar las aplicaciones en la cadena con datos del mundo real? Es fácil de decir, pero difícil de hacer.

El dolor de la mayoría de los desarrolladores es muy real: o bien configuran su propio nodo de oráculo, o dependen de otros. La primera opción consume mucho dinero y requiere mucho esfuerzo humano, y la segunda los pone a merced de otros. En cualquier caso, lleva mucho tiempo y esfuerzo, y al final el producto principal se retrasa.

En realidad, el problema radica en que todo el proceso de integración es demasiado complejo. Pero si existiera una interfaz de oráculo estandarizada, las cosas serían diferentes: los desarrolladores simplemente llamarían a esa interfaz, y ya no tendrían que reinventar la rueda desde cero.

Por ejemplo, si quieres crear una DApp de apuestas deportivas, necesitas datos de resultados en tiempo real. O si quieres una aplicación de pagos internacionales, necesitas tasas de cambio. Estas necesidades se pueden resolver en un instante con llamadas simples a contratos inteligentes. El tiempo y los recursos ahorrados se invierten en la innovación del producto.

Este método listo para usar reduce directamente la barrera de entrada para los desarrolladores dentro del ecosistema. Cada vez más ideas pueden ser prototipadas y lanzadas rápidamente, y la velocidad de innovación en todo el ecosistema blockchain naturalmente aumentará. Esto es exactamente lo que debería hacer la infraestructura.