Aquí hay un pensamiento interesante: nadie está derritiendo lingotes de oro para construir teléfonos inteligentes. Sin embargo, el metal amarillo sigue captando la atención.
¿La verdadera razón? La gente no está persiguiendo la utilidad industrial, está persiguiendo la certidumbre. Cuando quitas el marketing, la propiedad del oro se reduce a una apuesta contra la fiabilidad institucional. Es esencialmente un seguro contra la posibilidad de que quienes manejan las imprentas puedan perder su moderación. El metal no ha cambiado en milenios. Lo que cambia es nuestra confianza en las alternativas.
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PermabullPete
· 12-01 17:18
En otras palabras, es un miedo a la devaluación, el oro es solo un placebo psicológico.
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TokenCreatorOP
· 11-30 13:34
En pocas palabras, no hay confianza en la fiat, en lugar de confiar en esos papeles de los bancos centrales, es mejor tener un poco de oro para estar seguro.
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RugDocDetective
· 11-29 02:56
En pocas palabras, el oro es una apuesta contra la desconfianza en la máquina de imprimir dinero del Banco Central, no hay nada nuevo.
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MultiSigFailMaster
· 11-29 02:56
En pocas palabras, es que no tienes confianza en la moneda, el oro es tan estable como un perro viejo.
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ProbablyNothing
· 11-29 02:49
En pocas palabras, nadie confía en esos que imprimen dinero; el oro nunca te engañará.
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DefiVeteran
· 11-29 02:43
Dicho de manera simple, es desconfianza en la máquina de imprimir dinero de la madre central, el oro sigue desempeñando esa trampa antigua de lógica de refugio.
Aquí hay un pensamiento interesante: nadie está derritiendo lingotes de oro para construir teléfonos inteligentes. Sin embargo, el metal amarillo sigue captando la atención.
¿La verdadera razón? La gente no está persiguiendo la utilidad industrial, está persiguiendo la certidumbre. Cuando quitas el marketing, la propiedad del oro se reduce a una apuesta contra la fiabilidad institucional. Es esencialmente un seguro contra la posibilidad de que quienes manejan las imprentas puedan perder su moderación. El metal no ha cambiado en milenios. Lo que cambia es nuestra confianza en las alternativas.