Alguna vez en Twitter, el “Rey de las criptomonedas” Do Kwon, que se burlaba de los pobres y se creía invencible, finalmente bajó la cabeza.
El 11 de diciembre, con la caída del martillo, el creador del colapso Terra/Luna, Do Kwon, fue condenado a 15 años de prisión por delitos de fraude financiero y otros cargos.
Para muchos fuera del círculo, esto puede parecer solo otra noticia financiera; pero para quienes vivieron esa catástrofe, esta justicia tardía despierta un doloroso recuerdo de 40.000 millones de dólares. Es la voz de innumerables personas que perdieron sus pensiones, sus ahorros para la vivienda e incluso la estabilidad familiar.
Hoy, no hablaremos de mercados complejos, solo de cómo esta “alquimia financiera” cosechó a los ingenuos y qué nos dejó.
La ilusión de riqueza de “mano izquierda y mano derecha”
Retrocedamos unos años, cuando Do Kwon contó una historia sumamente atractiva.
Creó dos monedas: una es UST (TerraUSD), una “stablecoin” que supuestamente siempre valía 1 dólar; y otra es Luna, que servía como “airbag” para absorber las fluctuaciones de UST.
Su lógica parecía perfecta: si UST bajaba, se imprimía Luna para comprar; si UST subía, se quemaba Luna para vender. Es como si alguien intentara arrancarse el cabello para escapar de la Tierra, en el mundo financiero lo llamamos “castillo en el aire”, pero en medio de la euforia, eso parecía un “milagro”.
¿Dónde estaba la tentación mortal? Para convencer a todos, lanzó el protocolo Anchor, que en pocas palabras prometía: “Deposita tu dinero aquí y obtén un 20% de interés anual”.
En una era de bajos intereses, ¿qué significa un 20% de rendimiento sin riesgo? Es un típico esquema Ponzi. No hay beneficios reales que respalden esa tasa, solo se paga con el capital de los nuevos inversores. Pero Do Kwon, mediante publicidad engañosa y manipulación del mercado, logró que todos creyeran que esa fórmula era invencible.
En pocos días, cientos de miles de millones se esfumaron
El colapso suele ocurrir en un instante.
Cuando la primera ficha de dominó cayó, los grandes inversores comenzaron a vender, y el pánico se desató en un momento.
UST cayó de 1 dólar a menos de medio centavo, y lo que antes se llamaba “estabilidad” se convirtió en una broma.
Luna, que valía casi 80 dólares, se desplomó hasta tener varios ceros después del punto decimal.
Esos fueron los días más oscuros del mundo cripto. No hubo hackeos complicados, solo se perdió la “confianza”. En pocos días, los 400 mil millones de dólares en valor de mercado desaparecieron en el aire.
Las redes sociales estaban llenas de voces desesperadas: algunos perdieron sus ahorros de toda la vida, otros incluso perdieron la vida. ¿Y qué hacía entonces Do Kwon? Ocultaba la verdad, buscaba a los market makers para que lo respaldaran, y seguía diciendo que “debido a la capacidad de autorreparación del algoritmo, pronto volveríamos”.
De “genio arrogante” a “fugitivo internacional”
La fuga de Do Kwon parece una película de Hollywood.
Un mes antes del colapso, ya olfateaba el peligro y salió discretamente de Corea hacia Singapur. Luego, se movió entre Dubái y Serbia.
Lo más indignante fue su actitud. Incluso durante la búsqueda internacional, seguía tuiteando con arrogancia, dando entrevistas, registrando nuevas empresas en Serbia, como si se burlara de la ley y su impotencia.
Hasta que fue arrestado en Montenegro, intentando abordar con un pasaporte falso. La policía confiscó su lujoso coche, su computadora y sus documentos falsificados.
Luego vino una larga batalla de extradición entre EE. UU. y Corea. Corea quería juzgarlo, EE. UU. también. Finalmente, a finales de 2024, fue entregado a EE. UU. Y en agosto de 2025, se declaró culpable en una corte federal en Nueva York, admitiendo cargos de fraude por telecomunicaciones y fraude financiero.
¿15 años de cárcel, qué se obtiene a cambio?
15 años de prisión y la confiscación de 19 millones de dólares en ganancias ilícitas.
Algunos piensan que la sentencia fue leve, después de todo, la pérdida de 40 mil millones de dólares es irreparable; pero en términos legales, es una sentencia muy significativa. Envía la señal más fuerte a todos los “innovadores de Web3”:
No importa cuán grandioso sea tu esquema, si es fraude, si desfalcas fondos de los usuarios, ya sea que huyas a los confines del mundo, la cárcel será tu destino final.
Esta sentencia también marca oficialmente el fin de la era del “salvaje oeste” en las criptomonedas.
Guía para inversores comunes para evitar trampas
El colapso de Terra y la cárcel de Do Kwon son lecciones ganadas con la sangre y lágrimas de muchos. Como usuarios comunes, ¿cómo podemos protegernos?
Cuidado con las “altas ganancias sin riesgo”: si un proyecto promete un 20% anual y dice que “garantiza el capital”, tómalo como una estafa. No caerá ninguna tarta del cielo, solo trampas.
No toques lo que no entiendes: no te dejes engañar por palabras como “algoritmo” o “modelo de doble token”. Si no puedes explicar en una frase cómo gana dinero, probablemente ni ellos mismos lo entienden.
Adopta la regulación y la transparencia: el entorno regulatorio ya cambió. Antes de invertir, revisa si tiene reservas demostrables, si el equipo es transparente, si opera dentro de un marco legal.
Reflexión fría tras el bullicio
La historia de Do Kwon ha terminado, pero la avaricia humana no.
Cada ciclo alcista trae nuevos “genios” con nuevas “leyendas”. Esperemos que la próxima vez, al ver ese tentador “20%”, recordemos la imagen de Do Kwon entrando en prisión y protejamos nuestro dinero. **$LUNA **$LUNC
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El "gran jefe del mundo cripto" que se burlaba de los pobres, finalmente se ha metido en la cárcel por su propia culpa
Alguna vez en Twitter, el “Rey de las criptomonedas” Do Kwon, que se burlaba de los pobres y se creía invencible, finalmente bajó la cabeza.
El 11 de diciembre, con la caída del martillo, el creador del colapso Terra/Luna, Do Kwon, fue condenado a 15 años de prisión por delitos de fraude financiero y otros cargos.
Para muchos fuera del círculo, esto puede parecer solo otra noticia financiera; pero para quienes vivieron esa catástrofe, esta justicia tardía despierta un doloroso recuerdo de 40.000 millones de dólares. Es la voz de innumerables personas que perdieron sus pensiones, sus ahorros para la vivienda e incluso la estabilidad familiar.
Hoy, no hablaremos de mercados complejos, solo de cómo esta “alquimia financiera” cosechó a los ingenuos y qué nos dejó.
La ilusión de riqueza de “mano izquierda y mano derecha”
Retrocedamos unos años, cuando Do Kwon contó una historia sumamente atractiva.
Creó dos monedas: una es UST (TerraUSD), una “stablecoin” que supuestamente siempre valía 1 dólar; y otra es Luna, que servía como “airbag” para absorber las fluctuaciones de UST.
Su lógica parecía perfecta: si UST bajaba, se imprimía Luna para comprar; si UST subía, se quemaba Luna para vender. Es como si alguien intentara arrancarse el cabello para escapar de la Tierra, en el mundo financiero lo llamamos “castillo en el aire”, pero en medio de la euforia, eso parecía un “milagro”.
¿Dónde estaba la tentación mortal? Para convencer a todos, lanzó el protocolo Anchor, que en pocas palabras prometía: “Deposita tu dinero aquí y obtén un 20% de interés anual”.
En una era de bajos intereses, ¿qué significa un 20% de rendimiento sin riesgo? Es un típico esquema Ponzi. No hay beneficios reales que respalden esa tasa, solo se paga con el capital de los nuevos inversores. Pero Do Kwon, mediante publicidad engañosa y manipulación del mercado, logró que todos creyeran que esa fórmula era invencible.
En pocos días, cientos de miles de millones se esfumaron
El colapso suele ocurrir en un instante.
Cuando la primera ficha de dominó cayó, los grandes inversores comenzaron a vender, y el pánico se desató en un momento.
UST cayó de 1 dólar a menos de medio centavo, y lo que antes se llamaba “estabilidad” se convirtió en una broma.
Luna, que valía casi 80 dólares, se desplomó hasta tener varios ceros después del punto decimal.
Esos fueron los días más oscuros del mundo cripto. No hubo hackeos complicados, solo se perdió la “confianza”. En pocos días, los 400 mil millones de dólares en valor de mercado desaparecieron en el aire.
Las redes sociales estaban llenas de voces desesperadas: algunos perdieron sus ahorros de toda la vida, otros incluso perdieron la vida. ¿Y qué hacía entonces Do Kwon? Ocultaba la verdad, buscaba a los market makers para que lo respaldaran, y seguía diciendo que “debido a la capacidad de autorreparación del algoritmo, pronto volveríamos”.
De “genio arrogante” a “fugitivo internacional”
La fuga de Do Kwon parece una película de Hollywood.
Un mes antes del colapso, ya olfateaba el peligro y salió discretamente de Corea hacia Singapur. Luego, se movió entre Dubái y Serbia.
Lo más indignante fue su actitud. Incluso durante la búsqueda internacional, seguía tuiteando con arrogancia, dando entrevistas, registrando nuevas empresas en Serbia, como si se burlara de la ley y su impotencia.
Hasta que fue arrestado en Montenegro, intentando abordar con un pasaporte falso. La policía confiscó su lujoso coche, su computadora y sus documentos falsificados.
Luego vino una larga batalla de extradición entre EE. UU. y Corea. Corea quería juzgarlo, EE. UU. también. Finalmente, a finales de 2024, fue entregado a EE. UU. Y en agosto de 2025, se declaró culpable en una corte federal en Nueva York, admitiendo cargos de fraude por telecomunicaciones y fraude financiero.
¿15 años de cárcel, qué se obtiene a cambio?
15 años de prisión y la confiscación de 19 millones de dólares en ganancias ilícitas.
Algunos piensan que la sentencia fue leve, después de todo, la pérdida de 40 mil millones de dólares es irreparable; pero en términos legales, es una sentencia muy significativa. Envía la señal más fuerte a todos los “innovadores de Web3”:
No importa cuán grandioso sea tu esquema, si es fraude, si desfalcas fondos de los usuarios, ya sea que huyas a los confines del mundo, la cárcel será tu destino final.
Esta sentencia también marca oficialmente el fin de la era del “salvaje oeste” en las criptomonedas.
Guía para inversores comunes para evitar trampas
El colapso de Terra y la cárcel de Do Kwon son lecciones ganadas con la sangre y lágrimas de muchos. Como usuarios comunes, ¿cómo podemos protegernos?
Cuidado con las “altas ganancias sin riesgo”: si un proyecto promete un 20% anual y dice que “garantiza el capital”, tómalo como una estafa. No caerá ninguna tarta del cielo, solo trampas.
No toques lo que no entiendes: no te dejes engañar por palabras como “algoritmo” o “modelo de doble token”. Si no puedes explicar en una frase cómo gana dinero, probablemente ni ellos mismos lo entienden.
Adopta la regulación y la transparencia: el entorno regulatorio ya cambió. Antes de invertir, revisa si tiene reservas demostrables, si el equipo es transparente, si opera dentro de un marco legal.
Reflexión fría tras el bullicio
La historia de Do Kwon ha terminado, pero la avaricia humana no.
Cada ciclo alcista trae nuevos “genios” con nuevas “leyendas”. Esperemos que la próxima vez, al ver ese tentador “20%”, recordemos la imagen de Do Kwon entrando en prisión y protejamos nuestro dinero. **$LUNA **$LUNC