Ya hemos sobrevolado juntos el grandioso plano de la ciudad del futuro, Web3. Ahora conoces su visión, en qué se diferencia de nuestra internet actual, y también qué diferentes capas tecnológicas la construyen.
Antes de que te emociones y prepares “las maletas” para ingresar oficialmente a esta nueva ciudad, debo, como guía y amigo, detenerte y entregarte una información sumamente importante: las “Normas para Entrar en la Ciudad”.
Estas normas no tratan de tecnología, sino de percepción. Son como tu “instinto de supervivencia” y “código de conducta” en este nuevo mundo. Por favor, asegúrate de marcar cada una en tu mente. Esto te ayudará a evitar el 90% de las trampas en tu futuro viaje.
Primera norma: Desde hoy, tú eres tu propio “director de banco”
En el viejo mundo, si olvidas la contraseña de tu tarjeta, puedes acudir a la sucursal del banco con tu DNI y el personal te ayudará a restablecerla con una sonrisa. Si tu cuenta es hackeada, puedes denunciarlo a la policía, y el banco y las autoridades investigarán. Siempre hay una “autoridad” que te respalda.
Pero en el mundo de Web3, las cosas cambian completamente.
Tu wallet es tu banco: no está custodiada por ninguna empresa o institución, es completamente tuya, un tesoro privado.
Tu clave privada/frase mnemónica es la única llave del tesoro: esa cadena de palabras es la única prueba para acceder a todos tus activos.
¿Y qué significa esto? Significa que tienes un control de tus activos como nunca antes, ¡al 100%! Pero también asumes toda la responsabilidad por su seguridad.
Si pierdes tu clave, o te la roban, ningún “banco Web3” ni “policía de blockchain” podrá ayudarte a recuperarla. Tus activos se perderán para siempre, y ni los dioses podrán devolverlos.
Por eso, en tu mente, graba esta primera regla: Yo soy mi propio director de banco. Proteger mi clave es mi primera obligación al ingresar a este mundo.
Segunda norma: Cuando caen “tartas” del cielo, siempre vienen con “escopetas”
¿Te has preguntado qué pensarías si en la calle un desconocido se acerca con entusiasmo y te ofrece gratis un reloj Rolex? ¡Seguramente pensarás “Este es un estafador!”
Lleva esa misma precaución al mundo de Web3, multiplicada por cien.
Aquí te encontrarás con:
Proyectos “milagrosos” que prometen “rendimientos anuales del 5000%”.
Mensajes privados diciendo que eres “elegido por el destino”, que ganaste un sorteo y solo necesitas hacer clic en un enlace para recibir una “airdrop”.
Falsos representantes de proyectos que, con entusiasmo, quieren “resolver tus problemas” y te piden compartir pantalla o ingresar tu clave privada, como si fueran “buenas personas”.
Todo esto son “Rolexes digitales” hechos a tu medida. Su único objetivo: tus activos en la wallet.
Grábate en la mente esta segunda regla: aquí no hay cuentos de riqueza rápida, solo trampas cuidadosamente diseñadas. Desconfía de cualquier “gratuito” o “alto rendimiento”.
Tercera norma: No seas “el que pide”, sé “el investigador”
En la era de la info explosiva, estamos acostumbrados a escuchar a “expertos” y a seguir recomendaciones de “influencers”. Pero en Web3, confiar ciegamente es extremadamente peligroso.
Lo más maravilloso de Web3 es su “transparencia pública”. La mayoría de los datos, códigos y registros de transacciones están en la blockchain y son verificables. Esto nos da una capacidad sin precedentes: hacer “DYOR” (Haz tu propia investigación).
Cuando alguien te recomiende un proyecto, no actúes impulsivamente. Aprende a hacerte las siguientes preguntas, como un detective:
¿He revisado la página oficial y el whitepaper del proyecto? ¿Qué problema busca resolver?
¿Los miembros del equipo son anónimos o reales? ¿Qué han hecho antes?
¿He verificado la dirección del contrato en un explorador de blockchain? ¿Las transacciones parecen saludables?
¿La comunidad realmente discute sobre el producto, o solo gritan slogans y comparten memes?
Grábate en la mente esta tercera regla: No confiar ciegamente, verificar. Aprender a usar las herramientas básicas será tu “navegador” y “lupa” para sobrevivir aquí.
Cuarta norma: Esto es el “Lejano Oeste”, no un “parque temático”
Si esperas que Web3 sea un lugar estable, cómodo y con retornos seguros, probablemente te decepcionarás.
Aquí es más parecido a los Estados Unidos en el siglo XIX: lleno de oportunidades, oro y sueños, pero también de caos, estafadores y falta de reglas.
Las fluctuaciones de precios son la norma: un activo que hoy vale 1000 yuanes, mañana puede valer 2000 o solo 200.
El ciclo de vida de los proyectos puede ser muy corto: un proyecto popular hoy, en unos meses puede ser olvidado.
La tecnología aún está en fase experimental: incluso los mejores proyectos pueden tener vulnerabilidades desconocidas.
Grábate en la mente esta cuarta regla: participa con una mentalidad de “exploración” y “aprendizaje”, no con la de “hacer dinero de la noche a la mañana”. Solo invierte lo que puedas perder, tanto en dinero como en tiempo. Mantén la paciencia y mira a largo plazo.
Muy bien, amigo, ¿has leído y marcado con un check esta “Norma para Entrar en la Ciudad”?
Sé tu propio director de banco, desconfiar de las cosas gratuitas, investigar por ti mismo y aceptar la incertidumbre.
Estas cuatro reglas serán tu armadura más sólida en tu viaje por Web3. Te ayudarán a mantenerte despierto ante las tentaciones y tranquilo ante las dificultades.
Ahora, nuestra mente ya está “actualizada”. **$KNC **$ZEC **$STORJ **
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Lectura obligatoria antes de entrar: Lista de conocimientos para principiantes en Web3
Ya hemos sobrevolado juntos el grandioso plano de la ciudad del futuro, Web3. Ahora conoces su visión, en qué se diferencia de nuestra internet actual, y también qué diferentes capas tecnológicas la construyen.
Antes de que te emociones y prepares “las maletas” para ingresar oficialmente a esta nueva ciudad, debo, como guía y amigo, detenerte y entregarte una información sumamente importante: las “Normas para Entrar en la Ciudad”.
Estas normas no tratan de tecnología, sino de percepción. Son como tu “instinto de supervivencia” y “código de conducta” en este nuevo mundo. Por favor, asegúrate de marcar cada una en tu mente. Esto te ayudará a evitar el 90% de las trampas en tu futuro viaje.
Primera norma: Desde hoy, tú eres tu propio “director de banco”
En el viejo mundo, si olvidas la contraseña de tu tarjeta, puedes acudir a la sucursal del banco con tu DNI y el personal te ayudará a restablecerla con una sonrisa. Si tu cuenta es hackeada, puedes denunciarlo a la policía, y el banco y las autoridades investigarán. Siempre hay una “autoridad” que te respalda.
Pero en el mundo de Web3, las cosas cambian completamente.
Tu wallet es tu banco: no está custodiada por ninguna empresa o institución, es completamente tuya, un tesoro privado.
Tu clave privada/frase mnemónica es la única llave del tesoro: esa cadena de palabras es la única prueba para acceder a todos tus activos.
¿Y qué significa esto? Significa que tienes un control de tus activos como nunca antes, ¡al 100%! Pero también asumes toda la responsabilidad por su seguridad.
Si pierdes tu clave, o te la roban, ningún “banco Web3” ni “policía de blockchain” podrá ayudarte a recuperarla. Tus activos se perderán para siempre, y ni los dioses podrán devolverlos.
Por eso, en tu mente, graba esta primera regla: Yo soy mi propio director de banco. Proteger mi clave es mi primera obligación al ingresar a este mundo.
Segunda norma: Cuando caen “tartas” del cielo, siempre vienen con “escopetas”
¿Te has preguntado qué pensarías si en la calle un desconocido se acerca con entusiasmo y te ofrece gratis un reloj Rolex? ¡Seguramente pensarás “Este es un estafador!”
Lleva esa misma precaución al mundo de Web3, multiplicada por cien.
Aquí te encontrarás con:
Proyectos “milagrosos” que prometen “rendimientos anuales del 5000%”.
Mensajes privados diciendo que eres “elegido por el destino”, que ganaste un sorteo y solo necesitas hacer clic en un enlace para recibir una “airdrop”.
Falsos representantes de proyectos que, con entusiasmo, quieren “resolver tus problemas” y te piden compartir pantalla o ingresar tu clave privada, como si fueran “buenas personas”.
Todo esto son “Rolexes digitales” hechos a tu medida. Su único objetivo: tus activos en la wallet.
Grábate en la mente esta segunda regla: aquí no hay cuentos de riqueza rápida, solo trampas cuidadosamente diseñadas. Desconfía de cualquier “gratuito” o “alto rendimiento”.
Tercera norma: No seas “el que pide”, sé “el investigador”
En la era de la info explosiva, estamos acostumbrados a escuchar a “expertos” y a seguir recomendaciones de “influencers”. Pero en Web3, confiar ciegamente es extremadamente peligroso.
Lo más maravilloso de Web3 es su “transparencia pública”. La mayoría de los datos, códigos y registros de transacciones están en la blockchain y son verificables. Esto nos da una capacidad sin precedentes: hacer “DYOR” (Haz tu propia investigación).
Cuando alguien te recomiende un proyecto, no actúes impulsivamente. Aprende a hacerte las siguientes preguntas, como un detective:
¿He revisado la página oficial y el whitepaper del proyecto? ¿Qué problema busca resolver?
¿Los miembros del equipo son anónimos o reales? ¿Qué han hecho antes?
¿He verificado la dirección del contrato en un explorador de blockchain? ¿Las transacciones parecen saludables?
¿La comunidad realmente discute sobre el producto, o solo gritan slogans y comparten memes?
Grábate en la mente esta tercera regla: No confiar ciegamente, verificar. Aprender a usar las herramientas básicas será tu “navegador” y “lupa” para sobrevivir aquí.
Cuarta norma: Esto es el “Lejano Oeste”, no un “parque temático”
Si esperas que Web3 sea un lugar estable, cómodo y con retornos seguros, probablemente te decepcionarás.
Aquí es más parecido a los Estados Unidos en el siglo XIX: lleno de oportunidades, oro y sueños, pero también de caos, estafadores y falta de reglas.
Las fluctuaciones de precios son la norma: un activo que hoy vale 1000 yuanes, mañana puede valer 2000 o solo 200.
El ciclo de vida de los proyectos puede ser muy corto: un proyecto popular hoy, en unos meses puede ser olvidado.
La tecnología aún está en fase experimental: incluso los mejores proyectos pueden tener vulnerabilidades desconocidas.
Grábate en la mente esta cuarta regla: participa con una mentalidad de “exploración” y “aprendizaje”, no con la de “hacer dinero de la noche a la mañana”. Solo invierte lo que puedas perder, tanto en dinero como en tiempo. Mantén la paciencia y mira a largo plazo.
Muy bien, amigo, ¿has leído y marcado con un check esta “Norma para Entrar en la Ciudad”?
Sé tu propio director de banco, desconfiar de las cosas gratuitas, investigar por ti mismo y aceptar la incertidumbre.
Estas cuatro reglas serán tu armadura más sólida en tu viaje por Web3. Te ayudarán a mantenerte despierto ante las tentaciones y tranquilo ante las dificultades.
Ahora, nuestra mente ya está “actualizada”. **$KNC **$ZEC **$STORJ **