Este cambio en el ecosistema de financiamiento puede sacudir profundamente la percepción de la industria. Cada vez más inversores comienzan a confiar en los equipos locales y se atreven a aumentar su inversión. ¿La clave? Los ciclos de salida son increíblemente cortos.

Ya no es necesario soportar rondas tras rondas como en el financiamiento tradicional, con ciclos que pueden ser insoportables. La estrategia actual es: financiamiento semilla/ángel → el equipo desarrolla un producto para validar → logra flujo de caja → salida rápida. Todo el proceso ha mejorado su eficiencia varias veces.

La lógica de valoración también está invirtiéndose. Antes se basaba en la cantidad de usuarios para valorar, ahora se mira en los ingresos reales y las barreras de competencia. Eso sí que son indicadores sólidos.